A través de una presentación a dos voces, amena, explicativa y muy lúdica, los promotores de Caleidoscopio mexiquense explicaron que el texto está orientado al público juvenil, pero puedeser disfrutado por todas las personas sin importar su edad, en especial aquellas interesadas en el pasado mexiquense.
"Caleidoscopio: mosaico de luminosa pedrería", sentenció Flor Cecilia Reyes al inicio de la presentación, aludiendo tanto al maravilloso artefacto, como a la realidad mexiquense; Sánchez Arteche, al completar la frase, pronunció: "Caleidoscopio: vitral en incesante movimiento".
Ambas frases marcaron el inicio de una presentación poco convencional pero agradable al auditorio, donde la voz femenina y clara de la coordinadora se conjugó con la meditabunda y pausada del historiador. Ambos reflexionaron: "Caleidoscopio, túnel de tiempo que comunica a nuestro presente con nuestro pasado" y "Caleidoscopio, ventana a la pluralidad de mundos que conviven en un mismo espacio".
Los conferencistas explicaron que el texto Túnel del tiempo, está conformado por tres vitrales en cada una de sus páginas: en ellas, el lector, a través de breves e inteligentes textos, se entera de datos históricos, culturales, folclóricos y curiosos de la historia del Estado de México. Se trata de confrontar al lector con su pasado remoto, pero también con el inmediato y que, a través de ello, reflexione sobre su presente.
Al comentar un verso de Nezahualcóyotl, Sánchez Arteche resumió así el objetivo de Caleidoscopio mexiquense: "Se vive con raíz en la tierra cuando al conocer su historia se comprende y se ama lo que somos en el reflejo de lo que hemos sido".
Los asistentes a la presentación se enteraron de la existencia de un fraile coqueto mexiquense; conocieron la edad del hueso más antiguo hallado en territorio estatal, tallado en forma de cabeza de coyote; saborearon un taco de plaza, al enterarse de la receta tradicional toluqueña; pero también se enteraron del origen del viejo dicho Toluca buen gente…, de las primeras posadas y pastorelas llevadas a cabo en el Estado de México y del uso mercantil y económico de la sal y el cacao.
Todos estos datos se encuentran vertidos en las páginas de Caleidoscopio mexiquense, aderezados con ilustraciones adecuadas y pertinentes, así como de dos líneas del tiempo que ayudan a los lectores a contextualizar los hechos ocurridos en el Estado de México, con aquellos que se suscitaron en el país y el resto del mundo.
Por su parte Edgar Hernández Muñoz, secretario técnico del CEAPE felicitó a los promotores del texto por concebir un libro sabroso, que es una propuesta no sólo para ser didácticos y creativos, sino una propuesta para asumir "que los mexiquenses tenemos una identidad cultural; un libro que nos recuerda que los mexiquenses tenemos un patrimonio tangible e intangible que debemos cuidar y difundir".
El Pabellón Estado de México, en donde se reúnen 12 editoriales mexiquenses, invita a los asistentes a la FIL Guadalajara 2010 a que conozcan el quehacer literario, científico y editorial de quienes habitan el Estado de México.
FEG
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